SALUD OCUPACIONAL: las ventajas de un espacio de trabajo cómodo y a tu medida

El concepto de salud ocupacional nació por el riesgo que corrían los obreros en las fábricas, a finales del siglo XIX. Sin embargo, hoy ya no solo compete a aquellos con labores manuales o de riesgo, puesto que, en cualquier circunstancia, no tener un espacio de trabajo saludable puede generar lesiones, lo que afecta la productividad de las personas. Y reduce algo más importante aún, que cualquier espacio debe generar: bienestar.

Según el estudio de Comunal sobre el futuro del trabajo en el Perú, hay que adaptarse también a las nuevas formas de trabajo, a los nuevos espacios. Comencemos con una cifra que puede dar una luz sobre la nueva situación. Antes de la pandemia, solo el 48% de empresas tenían implementado un modelo de trabajo remoto. Para cuando se termine la pandemia, hasta 97% de las organizaciones esperan contar con este modelo. Esto implica acondicionar estos nuevos espacios. Cuando toca trabajar desde casa, muchas veces pensamos que basta con una silla y una superficie plana.

TRABAJANDO DESDE LA CAMA

Otra cifra importante que nos da el estudio de Comunal, grafica los espacios que se utilizan en la casa a la hora de trabajar. Solo el 30% de los encuestados cuenta con un espacio adecuado en el hogar, pero el 32% indica que realizan sus labores en el dormitorio. El 49% de los que trabajan en la habitación tienen entre 20 y 29 años. Pero hay algo fundamental, con lo que es muy poco probable que el dormitorio cumpla: las condiciones ergonómicas.

ERGONOMÍA: COMODIDAD Y SALUD

Las condiciones ergonómicas impactan directamente en la eficiencia y la salud del colaborador. La iluminación, las vibraciones, la temperatura, el ruido y el diseño son las principales condiciones ergonómicas que deben tomarse en cuenta para una experiencia laboral sana y productiva.

Eri Mochizuki, investigadora de la Universidad Cayetano Heredia nos cuenta que “los espacios de trabajo requieren de un diseño adaptado a las demandas de los colaboradores. En el caso de los nuevos perfiles profesionales que han surgido con los cambios en el ámbito de las nuevas tecnologías, son profesionales que pasan muchas horas ante sus pantallas y cuando los entornos laborales no están adaptados provocan posturas inadecuadas que llegan a tener consecuencias físicas”.

Cuando Comunal preguntó a sus encuestados sobre sus condiciones ergonómicas, trabajando en casa, los resultados demuestran que los espacios no son los ideales. El 52% no tiene un escritorio adecuado, el 49% no tiene una correcta iluminación, el 53% no tiene una silla ergonómica y cómoda para estar sentado durante horas y el 23% tiene una conexión a internet regular o mala.

ESPACIOS DE TRABAJO MÁS SANOS

Es un hecho entonces, que un espacio y experiencia de trabajo más saludables, nos puede dar muchos beneficios, comenzando por la sensación de bienestar, que luego se traduce en productividad y eficiencia. Es muy importante acondicionar el espacio de trabajo, en la oficina, en la casa, o donde sea, para sentirnos cómodos y a gusto durante nuestro tiempo laboral. Y como en Comunal somos expertos en espacios de trabajo, te dejamos aquí algunos tips.

• Tú silla es tu mejor amiga: invierte en una buena silla, pasarás muchas horas sentado en ella.
• Una buena -y segura- conexión a internet: no solo nos permite trabajar con fluidez, sino que nos protege de ciberataques y otras amenazas digitales. Hay que evitar depender de las redes gratuitas. Y, de ser posible, utiliza herramientas de seguridad como BitLocker o un VPN. Gestiona bien tus contraseñas y protege tus navegadores. Finalmente, sé inteligente. No descargues aplicaciones poco seguras, o respondas a mensajes y correos sospechosos.
• La temperatura de la habitación: tienes que sentirte cómodo, no tiritar de frío ni sudar por el calor. Eso te quita enfoque, te distrae y genera malestar.
• Una buena postura: trabajar encorvado o en una mala postura puede traer problemas físicos permanentes. Cada parte de nuestro cuerpo debe estar en una posición cómoda y fluida.

1. Cuello: siempre mirando al frente, sin doblar el cuello, con la línea horizontal de visión a la altura de la parte superior de la pantalla.
2. Hombros: siempre relajados
3. Codos: en ángulo de 90° a 100°, siempre apoyados en el cuerpo.
4. Brazos: nunca deben estar suspendidos en el aire cuando tecleas.
5. Antebrazos: Siempre apoyados en el apoyabrazos de tu silla. Si no los tiene, cambia de silla.
6. Muñecas: alineadas con el antebrazo y siempre relajadas.
7. Espalda: apoyada siempre en el respaldo de la silla, manteniendo su curvatura natural.
8. Rodillas: siempre en ángulo recto. No flexionar a la altura de las caderas
9. Pies: ambas plantas deben estar apoyadas en el piso
10. Visión: relaja tu vista, cada cierto tiempo, mirando un punto lejano.

• Buena iluminación: es fundamental. La sobrexposición y subexposición a la luz genera males oftalmológicos.
• Pausas activas: no le exijas a tu cuerpo más de lo que puede dar. Sentarse a trabajar horas de corrido es perjudicial para ti y tu productividad, finalmente terminarás agotado y trabajando menos. Intenta hacer una pausa cada 30 minutos, párate, camina un poco y retoma con más energía.
• Adapta el ambiente a tu gusto: debes sentirte cómodo, inspirado y libre de ansiedad.

Para conocer más sobre el futuro del trabajo en el Perú, lee nuestro blog. Para conocer qué solución en espacios se adapta a ti, conversa con un asesor.