Toda persona tiene, al menos, una mala experiencia en alguno de los lugares en los que ha trabajado. Para varias generaciones, ir a la oficina ha sido sinónimo de dolor de cabeza, una inconveniencia y la razón perfecta para fingir un resfriado.
Sin embargo, los nuevos emprendedores saben que cada vez más la vida laboral se conecta con la vida personal. Y saben también que esto solo puede ocurrir en un espacio de trabajo en el que sus colaboradores se sientan cómodos. ¡Justo uno de los beneficios de trabajar en un coworking!
¿De qué hablamos cuando hablamos de cultura organizacional corporativa? El concepto puede sonar extraño. Y, de hecho, en una conferencia en Uruguay sobre la cultura de trabajo —reseñada por Ferdinando Cuturi, director ejecutivo de Deres (Proyecto de Desarrollo de la Responsabilidad Social de las Empresas de Uruguay), para El Observador— descubrieron que los asistentes no se pusieron de acuerdo en una definición exacta. Sin embargo, se nombraron algunas ideas en común:
La conclusión es que ninguna de esas ideas es incorrecta. Al final de cuentas, la cultura organizacional es ese conjunto de actitudes, valores, objetivos y prácticas compartidas (sí, incluidos los chistes internos entre colaboradores) que le dan vida a tu empresa.
El sociólogo cubano José Luis Martín Romero analizó el concepto de cultura empresarial en un paper para el Centro de Estudios Demográficos de La Habana. Apuntó que “la constituyen las formas de pensar, hacer y transmitir la experiencia vital del trabajo”. Estos procesos llegan “tras una compleja integración”, dado que nuestra naturaleza laboral nos permite reconocernos como individuos, profesionales y personas.
Para aterrizar el concepto, la cultura de trabajo se hace concreta cuando existen dinámicas de grupo que tu empresa establece para motivar a los colaboradores a alcanzar un objetivo común. Son las condiciones que tú facilitas para que ellos solo tengan que llegar a crear, producir y hacer avanzar el proyecto con convicción.
Los miembros de la organización necesitan un clima laboral que les permita ser abiertos con sus distintos puntos de vista. También sabes que esto implica una inversión y una gestión de personas que se te puede ir de las manos.
Y ahí entra Comunal, que brinda la atmósfera y cultura más adecuada para lograrlo. Y si has estado siguiendo de cerca nuestro blog Descomunal, ya debes estar familiarizado con nuestro creciente archivo sobre las ventajas que tiene el coworking.
Pero voy a dejar aquí algunos links para que te quede bastante claro cómo Comunal no solo se moviliza bajo el concepto de cultura de trabajo, sino que trabaja para elevarlo:
Permítanme volver a una de las ideas con las que empecé este post: casi nadie se ha puesto de acuerdo con una definición exacta sobre lo que es cultura laboral. Y sabemos que esto es porque está relacionada directamente con tu identidad. Es decir, la identidad de tu empresa.
En un post anterior ya hablamos sobre los diferentes tipos de oficinas que ofrece Comunal. Lo vuelvo a mencionar porque es importante que entiendas que, en nuestras oficinas —al igual que en la vida—, andamos juntos, pero no revueltos.
Nuestra comunidad existe no para diluir tu identidad en una gran masa, sino para que esta se repotencie en la interacción con otros.
Es al momento de establecer qué define a tu empresa que sus valores salen a la luz. La ventaja que ofrece Comunal, como he mencionado, es que los espacios que demandan tus futuros colaboradores son flexibles, los inspiran, no los aíslan en cuatro paredes y, por ende, facilitan la liberación de buenas ideas.
En resumen, el coworking no solo potencia la cultura de trabajo, sino que funciona y existe para hacerlo. Te invito a vivir una experiencia en Comunal.